miércoles, 18 de enero de 2017

Cuando vuelvas...Amina...

                                  






                                                                 



     ¨ La boca me sabe a sangre ¨ ....decía la Tía Anica La Piriñaca, prima der Tío Borrico. Ilustrísimas estirpes ambas del más rancio abolengo jerezano. 
Como  bien dice mi hermano-compay Don D. ( que me conoce mejor que la mare que me parió ) a mi me priva Graná, que es mi tierra. Y no me baso solo en querencias, sino en bases sólidas, matemáticas e inamovibles.

    Ya lo decía la misma Tía Anica...¨ yo ya no sé si soy gitana, si soy mora...o qué es lo que soy....¨  Sólo basta ver el fantástico testimonio y escuchar a la Gran Sacerdotisa jerezana en el imprescindible documental de la saga Rito y Geografía del Cante que ha subido my compay Don D. en su anterior y magnífico post.

   Eso mismo debía pensar  la protagonista de este monográfico, la enigmática Amina, puente sobre aguas turbulentas entre las rumbas de este y el otro lado del Mediterráneo, hermanas todas, como todas las rumbas.

    Ella quizá no debió suponer nunca, ni fuese consciente, de que compartía nombre con un compuesto químico orgánico... Ni falta que le hacía, pero, lo que es es indiscutible, es que este saloncito no sería lo que debe ser sin que contara con su augusta presencia haciéndonos compaña.


                                           





    Ana María Gracia Ortiz Vázquez, la hija de Juan el Ciego, vio la luz en la ciudad de Cádiz, que ya de por sí merece un aparte, y se crió en Marruecos, donde su pare, insigne guitarrista, desarrolló gran parte de su carrera artística.

    En la edad dorada de los tablaos, años 60, triunfa en Madrid, llegando a ser primera figura de templos tan significativos como El Corral de la Morería, donde sería solista de su cuadro durante varios años. Hay que recordar que esta época fueron también los años en que la rumba flamenca pasa a ser pieza indispensable en cualquier sarao flamenco que se precie y le confiere a este cante categoría regia como legítimo cante festero.

   Su posterior  trayectoria como solista la entronizan como una de las grandes reinas del género, añadiéndole y acentuándole, además, los matices arábigos, que ya la rumba lleva impresa, y haciendo de ello una de sus señas de identidad.

                                        

                            
                                        



   Todo esto, su extraordinaria calidad, su voz de puñalá jonda, y sus incursiones en la innovación y adaptación de géneros tan dispares como el pop`o el rock, hacen de ella un verdadero icono. Imprescindible en nuestro ( su ) saloncito.


                


Como imprescindible debe ser este himno del tacataca-psicotrópico, y editado en 1971, para cualquier rumbero que se vista por los pies.

Mojamachís...








    De su faceta caló-beatnik´ destacamos esta oda que plasmó en 1968, y que dejaría a la altura del betún a los cuatro pelúos de Liverpool. Y a ver quién me dice que no...   

Submarino Amarillo.



La verdad más absoluta ( si la hubiera ) es que muchas de las versiones de Amina superan con creces a las originales. Como esta de Perfidia, que me sulibella especialmente, sépanlo ustés.









                            
                                                                                                                                                                           
Pues ya lo saben, incondicionales de Amina, de la rumba flamenca, y de tós ustés,..Y aquí estamos again, en este su saloncito, pa darles juerga con nuestra matraca rumbera.

Hasta más ver, que será en breve. Nos despedimos hasta muy pronto con los ojos de nuestra protagonista de hoy y del tema que da título a esta entrada. Por rumbas, of course.





Cuando Vuelvas












Por crass/2017-