La sal por arrobas (III): Hay que verlo para creerlo

Escalofríos me entran escuchando a La Paquera. Eso no es una cantante, es una fuerza de la naturaleza, compadres.
Y hoy me propongo demostrarlo empírica e irrefutablemente, con imágenes y sonidos, por si ustedes son de la cofradía del "si no lo veo no lo creo". Porque oír a la Paquera por saetas es, inevitablemente, hacerse creyente. Vean, vean y cáiganse del caballo:

Creo que esta puede ser la primera saeta que hemos puesto en este saloncito, y quién mejor para cantarla. La saeta es, por hacer un símil osado, el black metal de nuestra tierra, el blues rural de los años 20, Albert Ayler o el último Coltrane: música directamente inspirada por la divinidad, no apta para todos los públicos. La parte más extrema, desnuda y radical del cante.


Esto nos lo contaba nuestro querido José Manuel Velázquez-Gaztelu hace tiempo:

"La saeta carcelera. Es terrible, pero hasta hace relativamente poco (quizá 50 años), en algunos pueblos de la Baja Andalucía (desconozco si en más lugares) se indultaba al preso que mejor cantara la saeta. Así que muchos reos se pasaban el año ensayando su liberación. Eso sí que tenía que ponerle a uno los pelos como escarpias".

A nosotros no nos parece terrible en absoluto. Es más, nos parece que todo posible desliz humano, como asesinar a medio pueblo a escopetazos o cocinar bebés en el hornillo de la cocina, puede ser perdonable si a cambio uno sabe cantar bien una saeta.

Aquí otras impagables imágenes de la Fuerza en plena juventud, allá por 1959:

También quita el sentío cómo cantaba por alegrías,"A la puerta de un colmao":

O las bulerías. Especialmente bellas son las que dedica a su Jerez, y que sirven de homenaje al recientemente fallecido Moraíto Chico:
La "Calle de San Francisco": qué bella ha de ser una calle para tener una canción así:



Y estas "Bulerías de la Plaza del Arenal", muy adecuadas para un día como hoy, cuando habla de esa estatua imperial, coronándolo todo, con un caballo, y "ensima del caballo", ehem, "Primo Rivera"... Miguel, ojo. Nosotros imaginamos que el previsible Gobierno entrante de Andalucía se soltará en breve la melena y le pondrá al lado derecho al hijo. Total, esto ya es todo a calzón quitado. (Nota de edición: queremos felicitar a Andalucía por demostrar que los sondeos no son dioses).

Jerez de la Frontera
tiene una plasa,
tiene una plasa,
que asombra de bonita
a tó el que pasa
a tó el que pasa.
Quien no lo crea,
quien no lo crea,
si quiere convencerse
venga y lo vea,
venga y lo vea.

No lo dice en esta versión, pero les juramos que lo dice en algún lado. Busquen, para corroborarlo, el artículo "La Paquera de Jerez, una Medea de la bulería".

 

¡Más Paquera, es la guerra!: Aquí el especial del inconmensurable "Rito y Geografía del Cante", treinta y tres minutos de magia:

Lo resume perfectamente el Señor Velázquez-Gaztelu padre:

"A veces, en el flamenco, surgen personajes que llenan toda una época. Paquera, sin embargo, haciendo gala de su actitud desmesurada, de su tono vital impelido por lo exorbitante, llena tres".

Y de La Perla de Cádiz, una institución en su ciudad, pues qué decir, también hay que verla para creérsela:

Lloren de alegrías, también con Paco Cepero a la guitarra:

Que a Cádiz no le llaman Cádiz
que le llaman relicario
Porque tenemos por patrona
A la virgencita del Rosario

me da penita si te veo
y si no te veo doble
no siento mas alegría
que cuando me mientan tu nombre

no tienes que estar tan triste
metidita tú en ese rincon
siendo tú la mas hermosa
que adora mi corazón

ni en la España ni en Italia
ni en lo que cobijaba el Sol
has de encontrar tú una flamenca
que te quiera como yo

Vente conmigo, chiquillo,
vente conmigo
Y le dices a tu madre
que eres mi primo

cuando te vengas conmigo
que adonde me vas a llevar
a darme una vueltecita
por la Muralla Real

cambiaste tú el oro por plata
y la plata perdió su brillo
que cambiaste una noche muy oscura
por una noche muy clara

que a revolcarme
en un capote
que huele a carne